Se me ha calado la tristeza en los huesos. Y corro
a desnudarme, como si lo que sea que llevo puesto me ahogase y la
tela fría de cama al primer contacto con mi piel me aliviase el
dolor . Qué fresquita la soledad de debajo de un nórdico recién
destapado por primera vez en el día y el encuentro del calor que se
da uno mismo cuando, por lo que sea, ya no se espera a nadie más.
...
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario